Título de Carmen Moreno, fundadora de la Academia en 1944
La familia Moreno Anguita llegó a Córdoba desde Posadas en 1931, meses antes de la proclamación de la II República.
Los abuelos de Purificación querían dar estudios a sus hijos y eso, entonces, era sólo posible en la capital. Vendieron el capital que habían logrado reunir con mucho esfuerzo en la localidad malena y compraron dos casas, una en el Realejo y otra en San Miguel, en la calle San Zoilo.
Optaron por habitar en un primer momento la de la calle Realejo porque la de San Zoilo, una casa de vecinos, con servicios comunes, estaba habitada y no quisieron desalojar a las familias que allí residían.
Carmen, quinta de sus cinco hijos, comenzó sus primeros pasos en la costura en el taller de un modisto de referencia de la época en Córdoba, Conrado, tanto que se trasladó después a Madrid a continuar su carrera.
Pero para obtener la titulación que le permitiese desempeñar la enseñanza, Carmen Moreno acudió a doña Encarnación Martínez y a su academia de la calle Parras, 8, en San Agustín, donde obtuvo el reconocimiento como Profesora de Corte y Confección Sistema Martí por el Instituto Universal de Corte y Confección Sistema Martí el 24 de noviembre de 1944.
Carmen abrió su Academia en la casa familiar de la calle San Zoilo, un solar hoy ocupado por un estudio de arquitectura a la espalda de la iglesia de San Miguel, un inmueble con el que compartía vivienda con sus padres y su hermana mayor.
Más tarde, esta misma casa sería su hogar con Blas Velarde, con el que contrajo matrimonio en abril de 1950.
El taller de la Academia estaba en la planta baja. Daba al patio, pero tenía que compartir acceso con el resto de las dependencias familiares.
Alumnas de la Academia acuden ataviadas con trajes confeccionados por ellas mismas a la Romería de Santo Domingo a finales de la década de los 40 del siglo XX.
Durante los primeros meses no pudo exhibir su título con el ‘sobresaliente extra’ que se le había concedido por el nivel sus trabajos, ya que estos fueron exhibidos en la sede central del Instituto Martí en Barcelona por la excelencia de los mismos.
Carmen Moreno, de madrina de boda de una prima hermana con un traje confeccionado por ella misma.
Desde 1944 hasta su fallecimiento en 1994, centenares de cordobesas, y algún cordobés, han pasado por las tres sedes que ha tenido la Academia Carmen Moreno. La mayor parte del tiempo en la calle San Zoilo y en la cercana Ramírez de Arellano y, en un breve lapso, mientras acababan las obras de construcción del edificio de esta última, en la calle Osario. Todos los emplazamientos en el barrio de San Miguel.
Durante el medio siglo en el que Carmen Moreno fue titular de la Academia y los otros tres en los que su hija mantuvo las enseñanzas bajo la misma denominación, cientos de títulos de profesora en Corte y Confección Sistema Martí de la provincia de Córdoba y otras de Andalucía salieron de las distintas sedes del barrio de San Miguel.
Entre 1986 y 1997, Purificación Velarde tramitó ante el Instituto Central de Corte y Confección Martí alrededor de cien exámenes, con un 99 por ciento de obtención de la calificación de Matrícula de Honor.
Las enseñanzas profesionales sufrieron un profundo cambio acorde con la metamorfosis que experimentó la sociedad española en las dos últimas décadas del siglo XX, con una transformación extraordinaria del papel de la mujer en la misma, lo que propició, entre otros muchos avances, la posibilidad del acceso a la universidad en pie de igualdad con el hombre.
En 1986 la Academia celebró un desfile de época. La fundadora delante del cartel con el que el Ayuntamiento promocionó el evento.
Fachada de las actuales instalaciones de la Academia en la calle Pintor Torrado.
Por ello, cuando Purificación Velarde retoma en 2009 la enseñanza con la apertura de una nueva Academia en la calle Pintor Montserrat, en la zona de Valdeolleros, en concreto en los llamados ‘Bloques o Pisos de Carbonell’, ofrece un enfoque muy distinto al que había desarrollado en los once años que había ejercido la docencia anteriormente.
Aunque el prisma formal sigue siendo el mismo, el de una academia de corte y confección, ya no se trata, como en el siglo anterior, de la búsqueda de una titulación para ejercer una profesión, sino un proceso más de formación individual, donde la persona busca adquirir habilidades para poder confeccionarse la ropa así misma y a sus allegados o para algún aspecto muy concreto de su vida profesional.
Para ello, Purificación Velarde evoluciona el Sistema Martí para hacer un patrón más personal y que sirva para moldear el modelo de prenda deseado.
Esta presencia en Valdeolleros evoluciona pronto y el crecimiento es inmediato y sucesivo. Del primer local en la calle Pintor Monserrat pasa a otro, en la que duplica extensión, en la calle Pintor Torrado, a unos metros del anterior, y, después, a uno, en la que mejora sustancialmente las instalaciones, justo enfrente en la misma calle.
Parece como si la historia se repitiese y como San Miguel no dejó escapar aquella Academia de Carmen Moreno, Valdeolleros haya hecho lo propio con la de su hija, Purificación Velarde.
Pero aquí, la enseñanza, hoy evolucionada a Academia de Patronaje y Confección desde junio de 2020 en la que se adopta una nueva imagen corporativa, que sustituye a la que se construyó en la pasada década de los noventa, se da cita también con el nuevo papel de la mujer en la sociedad.
Además de la nueva docencia, la Academia marca estilo también en la puesta en marcha de otras actividades, tanto en su interior, con la disposición de recursos materiales, tanto para la confección y desarrollo de los trabajos, como para la formación intelectual y personal del alumnado, con la organización de iniciativas para su desarrollo personal, con visitas a exposiciones o museos o centros de interés referidos al ámbito de actividad del centro y más propuestas en estas líneas.